Eran las 7:00 p.m. del miércoles 4 de agosto de 2005, cuando un compañero de la universidad me comentó que ya estaban listas las notas de evaluación del proyecto de tesis.
Luego de 6 meses de trabajo y el nerviosismo en la sustentación final de lo que ha sido mi vida durante los cinco años de materias y el año y medio de intentar hacer una tesis, finalmente habrían de rendir sus frutos.
Me encontré con mis amigos Mauricio (MR) y Rubén (RA) con quienes enfrenté esta última oportunidad de obtener el título trabajando en el curso de perfeccionamiento en donde realizamos un prototipo de firma digital con centro de distribución de llaves; ya eran las 7:30 y aún no nos daban el resultado.
Decidimos esperar al responsable de graduación, el ingeniero Carlos Montenegro quien llegó aproximadamente a las 8:15, nos hizo pasar a su oficina, dijo “ustedes son del grupo de KDC, verdad?”, efectivamente esos éramos nosotros, con el corazón en la mano y la incertidumbre que rodeaba el momento, empezó a tomar algunas hojas con nombres y números, allí alcancé a ver un 2.0 No!!!!!!!!!!, cómo así????, no puede ser!!!!!!!!!!, en ese momento quedé pálido y aturdido, pero entonces un instante después, hizo un ademán de negación indicando que estas no eran nuestras notas y empezó “4.2, 4.5, 4.7, 4.0” estas eran las calificaciones de los 2 jurados y los 2 asesores…
Finalmente ese instante de pánico se convirtió en uno de felicidad, como la que sienten aquellos que aún no comprenden lo que está sucediendo, le dimos las gracias a nuestro interlocutor y nos retiramos consternados y felices.
Un día después de esto, empiezo a asimilar lo maravilloso que es llegar a la meta, el saber que finalmente he logrado el objetivo, un pequeño salto hacia un inmenso mundo de posibilidades que se abre nuevamente ante mis ojos.
Mariana, cuando seas grande y leas las cosas que escribió tu padre, quiero que sepas que gran parte de este esfuerzo de llevar un matrimonio joven, trabajar en el día, estudiar en la noche y pagar un curso para por fin graduarme es por ti, para que junto con tu mamá podamos construir un buen futuro para todos, te amo con toda mi alma y espero que sepas que eres la fuerza que me impulsa cada día de mi vida.
